5 errores que puedes evitar fácilmente al decorar

Decorar la casa es un proceso que nunca termina. Siempre hay algún cambio de mueble, una decoración nueva o una pequeña obra. La mayoría de las veces, porque lo necesitamos. Nuestra casa nos representa y la decoración depende en parte de las modas, pero mayormente de la etapa de la vida en la que estemos y, aunque en menor medida, también de las estaciones e incluso de nuestro humor. Aunque a veces apenas nos demos cuenta, nuestra casa evoluciona con nosotros y con nuestros gustos.

Por eso es importante pensar bien los cambios, sobre todo si son grandes. Eso sí, ¡Sin tenerles miedo! Muchas veces, por no equivocarnos, dejamos de hacer modificaciones que realmente nos apetecen o que incluso necesitamos. Otras, no nos atrevemos a ser demasiado atrevidos y dejamos la espontaneidad de lado para acabar cayendo en una decoración estándar e impersonal con la que no nos identificamos.

¡Pero todo tiene solución! Lo primero es tener paciencia y hacer las cosas con calma. Precipitarse puede conducir a malos resultados. Los cambios se pueden hacer poco a poco. Te ayudará mucho tener un estilo definido, o al menos saber qué cosas te gustan y cuáles no vas a incluir de ninguna manera. Además, aquí te listamos 5 errores que puedes evitar fácilmente al decorar:

Error 1: Usar un solo punto de luz

Hay una importante diferencia entre iluminar y alumbrar: la primera crea espacios acogedores y la segunda es meramente funcional, es decir, aportar luz para poder ver. Por ejemplo, se alumbra el garaje y se ilumina el living. La iluminación se consigue, fundamentalmente, instalando varios puntos de luz en la estancia, para que complementen la luz principal del techo. Con estas luces secundarias puedes ir creando ambientes, encendiendo unas u otras según la ocasión. Para terminar de redondear el efecto puedes instalar dimmers o reguladores de intensidad. Notarás el cambio inmediatamente.

Error 2: Anteponer la estética a la funcionalidad

A veces nos enamoramos de un mueble o de un adorno, ¡A todos nos ha pasado! Y está bien, pero hay que tener en cuenta que, si se trata de un elemento fundamental, como por ejemplo el sofá o la cama, es importante que además de lindo sea práctico y cómodo. ¡Lo principal es sentirse a gusto en casa!

También hay que tener en cuenta la distribución de los muebles y decoraciones. Colócalos evitando que entorpezcan y respetando los circuitos de paso, especialmente de las zonas más transitadas. 

Los adornos son complementos que aportan, pero no deben estorbar. Por ejemplo, puede que nos gusten mucho los cojines, pero llenar el sofá de ellos hará que resulte difícil sentarse. 

Error 3: Comprar muebles sin medir los espacios antes

Comprar muebles “al ojo”, sobre todo si son grandes, puede pasar la cuenta. Para asegurarte de que el mueble cabe en el lugar que tienes pensado para él, ten en cuenta que, además de usar la huincha, debes pensar en la ubicación de las ventanas y puertas, los enchufes y cualquier obstáculo arquitectónico. En el post sobre medir espacios te damos todas las claves.

Ten en cuenta los hábitos de tu casa. Ya pasó la moda de tener espacios solo reservados para cuando vengan las visitas, así que si son cuatro en casa no tiene mucho sentido comprar un comedor para 12.

Error 4: Dejar los muros en blanco

La mayoría de las veces los muros son los grandes olvidados y, sin embargo, son los que terminan de darle forma a todo. 

Recuerda que importan los adornos, pero también la pintura. Prefiere colores claros en espacios pequeños y ten en cuenta siempre el tipo de iluminación que tienes. Si vas a acentuar una pared con un color más fuerte asegúrate de que no se coma todo el espacio. Para conseguir el color perfecto haz una pequeña prueba con varios tonos. 

Los espejos son grandes aliados  y te ayudarán a amplificar la luz. Eso sí, evita ponerlos en zonas completamente oscuras, porque perderán su efecto alegre y vivo. Necesitan algún punto de luz cerca, aunque sea artificial.

Error 5: No esconder los cables

Puede parecer un detalle sin importancia, pero los cables rompen el efecto visual y son antiestéticos. Un espacio sin cables no es imposible de conseguir; basta con estudiar estratégicamente la ubicación de los aparatos electrónicos y agrupar los cables utilizando enchufes múltiples que puedes esconder. Si encuentras muy complicado esconderlos por completo, disfrázalos lo mejor posible y evita que estén enmarañados y desordenados a la vista de todos.

En última instancia, como dice el refrán, “si no puedes con ellos, únete”. ¡Intégralos en la decoración!

Recuerda que decorar y amoblar son cosas muy distintas. Con éstas simples guías seguro que consigues ambientes mucho más personales y vividos, además de un aire mucho más hogareño y acogedor. 

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