Un brunch para mamá

¿Has pensado cuántas veces tu mamá te sirvió el desayuno o el almuerzo en tu vida? Seguramente son muchas, y eso es solo un detalle entre todo lo que nuestras madres hacen por nosotros día a día.
De ahí nace nuestra idea de proponerte hacer un brunch para tu mamá. Para nosotros en Chile es bastante original (y seguro que a las mamás de la casa les va a encantar), pero lo cierto es que es una costumbre clásica gringa que se ha ido afianzando en nuestro país hace un tiempo. Y es que es rico poder aprovechar el día compartiendo con la familia desde temprano en esta mezcla de desayuno y almuerzo.

Sorpréndela primero en la cama temprano (o no tanto) con un chocolate caliente y un pastelito.

Rico y saludable
Lo entretenido de un brunch es que puedes incluir lo que quieras para comer, desde huevos benedictinos hasta una ensalada de quínoa, pasando por frutas, ensaladas, masitas dulces y sopaipillas. Todo depende de lo que le guste a tu mamá y a tu familia en general.
Nuestra recomendación es que elijas preparaciones fáciles de hacer, servir y comer, y que además sean saludables, coloridas y sabrosas. Por ejemplo, puedes hacer una especie de buffet con distintos tipos de sándwiches, alguna tortilla, verduras y muchas frutas servidas en pocillos bonitos repartidos sobre la mesa.

Entre las ideas apetitosas que hemos visto últimamente, nos tienen fascinadas los sándwiches de alcachofa y espinaca en pan integral. ¡Son perfectos para un brunch! Aparte es muy fácil prepararlos. Solo tienes que saltear las espinacas con un toque de ajo y luego mezclar con fondos de alcachofas cortados pequeños, queso parmesano u otro que te guste, crema ácida y algo de sal. Luego arma los panes y calienta un par de minutos en el horno con una pincelada de mantequilla para que queden dorados y sirve de inmediato.

Una mesa especial
Una mesa bien puesta puede hacer de cualquier domingo un día único, y es muy importante cuando buscas demostrar todo el afecto que se tiene por alguien, como tu mamá en este caso.
Te invitamos entonces a crear una ambientación especial para este brunch. Comienza con una bonita combinación entre el mantel y la vajilla que elijas. Se está usando mucho mezclar platos nuevos con antiguos -perfecto si también compartes con una abuelita- y también los platos estampados.

Para equilibrar puedes usar individuales neutros, que pueden ser de una tela de un solo color o de fibras naturales para dar más calidez.

Detalles de amor
Los complementos y adornos que uses en la mesa marcarán la diferencia porque es lo que crea la atmósfera en estas ocasiones especiales. Un detalle bonito habla de tu preocupación previa, de tu interés por emocionar a quien comparte contigo la mesa. Por ejemplo, no pueden faltar los candelabros con velas aromáticas, las flores y ramas verdes (naturales o artificiales).

También puedes usar botellas o frascos de vidrio de colores o cualquier detalle con historia que quieras usar como centro de mesa. Puede ser alguna cajita que tienes desde que eras niña o fotografías impresas en blanco y negro frente a cada comensal. Atrévete aquí a manifestar tu cariño y creatividad.

¿Sabes qué haría todo esto incluso más especial? Si haces el evento en la casa de tu mamá lleva toda la decoración, textiles y elementos para vestir la mesa nuevos y déjaselos de regalo. Así siempre se acordará de este día cuando los use.

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