La hora del té

Hermosas teteras, delicadas tazas y modales exquisitos. Dice la tradición británica que a las cinco (en punto) hay que tomarse un tecito con un pequeño bocado dulce o salado para aguantar mejor hasta la hora de la cena. En Chile sería una once y, al final, es un ritual para reunir alrededor de la mesa a amigos y familia.

Ilustración de Alicia en el país de las maravillas.
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Hay que ser puntuales. Vestirse bien. Los tazones grandes son cómodos, pero mejor para el desayuno, el té de la tarde se toma en tacitas de porcelana fina y se aromatiza con unas gotas de limón natural. Si quieren lo pueden suavizar con una nubecita de leche. Pero sobre todo, por favor, no lo soplen para enfriarlo, remuévanlo suavemente con la cucharilla. Éste es el estricto rigor del ritual en las clases altas de la antigüedad y aún hoy, en algunos hoteles y restaurantes del Reino Unido se conserva y respeta.

Cuentan que fue la duquesa de Bedford, Anna Russell, quien a mediados del Siglo XIX puso de moda el tomarse un tecito en la tarde. Y, como muchas tradiciones, comenzó casi por accidente. La ilustre duquesa sentía que se le hacían largas las horas entre el almuerzo y la comida y sobre las cuatro de la tarde desfallecía de hambre. Un día pidió que le llevaran a su dormitorio, casi a escondidas, una taza de té con una pequeña colación. Le sentó tan bien que decidió repetir la rutina cada día y empezó a invitar a sus amigos a compartir el bocado con ella, siempre a la misma hora.

Estas reuniones en la corte se hicieron tan famosas que pronto todos los británicos quisieron imitarlas. El horario se flexibilizó, porque quienes trabajaban en fábricas no llegaban a casa hasta después de las cinco, así que el té se convertía en el hilo conductor de la comida.

Hoy se considera que la hora del té es entre las tres y las cinco de la tarde. Y… qué se sirve en una mesa tradicional. Lo más importante, obviamente, es el té. Y no cualquiera! Lo típico es tomar té negro, un Earl Grey por ejemplo. Si lo quieren acompañar con un bocado salado pueden preparar pequeños sándwiches de pan de molde. No puede faltar el de pepino y salmón, que es la estrella de las tardes inglesas! También son muy habituales los de roastbeef con mostaza y los de queso y tomate. Si son más de dulce pueden preparar unos scones (panecillos con mermelada de frutilla o frambuesa), servir un trozo de torta con crema batida (que allí se llama Clotted Cream y tiene una textura entre la nata y la mantequilla) y por supuesto acompañar la tacita de té con unas galletas de mantequilla!

Yo me he motivado y he preparado una receta muy sencilla de galletas de mantequilla que me enseñó una buena amiga inglesa. Así que aquí figuro, tomándome un té y unas galletas mientras escribo. Están tan ricas y son tan fáciles que os comparto la receta! Además son una buena excusa para pasar tiempo con los niños en la cocina ahora que se viene la Navidad. Espero que las disfruten!

Ingredientes para cuatro personas:

170 gr de harina
50 gr de azúcar rubia
125 gr de mantequilla
1 huevo
1 cucharada sopera de esencia de vainilla
Para las decoraciones pueden elegir lo que prefieran: chispitas de colores, azúcar rubia, fina ralladura de cítricos… aunque a mí la que más me gusta es la mermelada!


Qué más necesitamos?

Un par de bowls
Un uslero
Cortadores de galletas con la forma que prefieran
Un bandeja grande de horno


Preparación

Precalienten el horno.
Pongan en un bowl grande los ingredientes secos (harina y azúcar) y mézclenlas bien.
Derritan la mantequilla en el microondas y esperen a que se enfríe un poco.
Mezclen la mantequilla con la esencia de vainilla y el huevo.
Agréguenlo todo a los ingredientes secos en el bowl grande y mezclen. Seguramente tendrán que usar las manos (a los niños les encanta!)
Cuando tengan una masa compacta la ponen en el mesón y la estiran con un uslero. Debe tener un grosor de unos dos centímetros. Corten con los cortadores de galletas elegidos.
Preparen la bandeja del horno con un papel de mantequilla para que no se peguen las galletas.
Aquí viene la parte más divertida! Decórenlas a su gusto antes de ponerlas en la bandeja del horno.
Métanlas en el horno a 180 grados durante unos 10 – 15 minutos. Tienen que dorarse pero vigilen que no se quemen!
Bon apetit!

Té con galletitas


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