René Lalique; orgánico, innovador y transversal

El acercamiento a la naturaleza ha vuelto; Flores, plantas, hojas… y también insectos! Desde saltamontes hasta escarabajos en estampados para ropa, cojines y otros objetos decorativos. Por eso hoy os quiero hablar de René Lalique, un artista francés de principios del Siglo XX que consiguió que las grandes damas de la época se adornaran con libélulas coloridas, que desafió a Cartier y a quien además debemos la popularización del cristal.

Poco a poco va llegando la tendencia de aceptar de la naturaleza hasta lo que un principio nos produce rechazo, como los insectos. Es el naturalismo por excelencia, lo que hoy llamamos “moda orgánica”. Si miramos con atención la vitrinas de ropa y decoración de esta temporada veremos su landing, que aún es discreto (porque no es una tendencia fácil de asimilar). Chinitas, saltamontes, escarabajos… Y hasta las polillas que estos días invaden Santiago!

Pero hubo un movimiento artístico a principios del Siglo XX que ya se acercó con esta mira a la naturaleza: el Art Nouveau. Por ejemplo, en el portón principal de la Sagrada Familia de Gaudí encontramos insectos! Pero quien hizo de esta tendencia el fundamento de su arte fue René Lalique.

Le llamaron “el inventor de la joyería moderna”, porque Lalique se atrevió a incluir nuevos elementos y formas en una época en la que la alta sociedad se adornaban sólo con las mejores piedras preciosas. Durante algún tiempo Cartier y él intentaron trabajar juntos, pero para Lalique el resultado final de la pieza era más importante que los materiales que la componían. Y Cartier, mucho más conservador, no entendía como una pieza de joyería fina podía prescindir de diamantes o rubíes pero sí incluir cristal.

Así eran las piezas de Lalique… atrevidas, luminosas y diferentes. Era un gran observador de la naturaleza y un amante de la figura femenina, que también replicaba en sus obras.

Recordáis a Sarah Bernhardt? La diva francesa del 1900 a quien Alphonse Mucha retrató para la obra de Gismonda. Pues ella era una de las principales clientas de Lalique también.

Con la joyería, Lalique empezó a explorar el cristal, su segunda pasión. En la primera década del Siglo, Coty, el renombrado fabricante de perfumes, le pidió que le diseñara un frasco para su nueva fragancia. Él, que además de ser un excelente perfumero era un visionario del marketing, sabía que un buen packaging era el elemento diferenciador. Sus fragancias Ambre Antique y L'Origan se presentaban frascos de Lalique y enseguida se convirtieron en best sellers.

Sabías que…? Le debemos a René Lalique la popularización del cristal! Hasta entonces era un material caro y estaba reservado para las clases más pudientes. Pero Lalique dedicó su talento y su conocimiento del mundo industrial para masificar el uso y precio del vidrio para hacerlo accesible a todo el mundo. Tras su muerte, su hijo y nieta se encargaron de mantener su legado y aún hoy se sigue produciendo cristal con el sello de Lalique.

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