Nos pasamos la vida intentando esconder los cables de los aparatos electrónicos. Y de igual forma, también usamos pantallas y trucos para ocultar las antiestéticas ampolletas de las lámparas. Pero ya no más, porque ¡se han puesto de moda!
Las modas son imprevisibles. Llegan de repente, para romperte los esquemas y abrir mundos de posibilidades. La última a esta parte es: dejar a la vista los cables y ampolletas. Eso sí, ojo, porque esta ola no consiste en descuidar los ambientes y dejar los cables ahí tirados, donde caigan. Muy al contrario. Está inspirada en looks industriales, en los que prima la funcionalidad y el aprovechamiento de materiales, y hay una tendencia a crear detalles estéticos y equilibrados con objetos que, de entrada, no parecen demasiado atractivos.
En este caso, las ampolletas usadas para este nuevo estilo suelen ser más grandes de lo normal, mejor todavía si son completamente esféricas. Los cables tampoco son azarosos, no quedan enmarañados ni descuidados. Más bien, se presentan como la extensión natural de la ampolleta y los más deseados son aquellos que tienen una cubierta fina de hilo tejido, como si estuvieran envueltos en una cuerda de nylon.
Como todas las tendencias, ésta es bien dinámica y variada, así que de su base, consistente en un cable y una ampolleta (que más simple no puede ser), surgen miles de aplicaciones y versiones. Aquí tienes algo de inspiración:
En la cocina
En la pieza
En el recibidor
En tu rincón perfecto
En un espacio multifuncional
En el comedor
En tu espacio de trabajo
En la pieza de los más pequeños
¡Hasta en el baño!
Para multiplicar el efecto y hacerlo más intenso e impactante, solo tienes que usar más ampolletas… Pero ¡ojo con enmarañar los cables!
¿Aún no estás convencido? Empieza por algo sencillo y sugerente, como una lámpara que consiga el efecto con su diseño:
Una que sea transparente o de estructura simple ¡y luce tus ampolletas!