Lo reconozco, soy una apasionada de las lámparas. Además de su enorme aporte estético, las lámparas, y en definitiva la luz, son una de las herramientas más potentes y eficaces para conseguir calidez en casa.
Pero es cierto que, aunque todas las piezas necesitan luz (o mejor dicho, iluminación), hay algunos espacios que parecen pedir a gritos un tipo específico de lámpara. O, visto de otra forma, podríamos decir que cada tipo de lámpara luce mejor en unos espacios que en otros. Aquí tienes algunos ejemplos:
Una lámpara de pie: la reina del living
Te propongo un juego: cada vez que entres en un living que te guste, busca la lámpara de pie. Está comprobado. Los livings que tienen onda y magnetismo tienen siempre una lámpara de pie interesante.
No hace falta que sea lo último en diseño, y puede incluso que a primera vista pase desapercibida, pero seguro que su aporte remata el conjunto y hace que el resultado final sea más acogedor y completo.
Y es que ayudan con esa verticalidad tan apetecida, la que hace que nuestros techos parezcan más altos. También son el punto de luz intermedio entre la lámpara principal (la del techo) y las de ambiente, por eso son perfectas luces de relleno, además de excelentes puntos de luz auxiliar, para leer, coser o escribir.
Una lámpara de techo: el infaltable del comedor
Aunque las lámparas de techo son la luz principal de todas las piezas de la casa, en el comedor ganan un protagonismo particular, y es que además de su funcionalidad, se convierten en un elemento decorativo indispensable.
Por eso es importante que nuestra lámpara de comedor tenga las proporciones adecuadas y esté en concordancia con la mesa y las sillas. Si quieres profundizar puedes leer nuestra guía básica para elegir tu lámpara de comedor.
Una lámpara de mesa: el toque tenue que necesitan tu pieza y recibidor
Llegamos a mis favoritas, las lámparas de mesa. Tienen ese toque mágico y camaleónico: rápidamente se acomodan a vivir en cualquier espacio y consiguen avivarlo y enriquecerlo.
Son el compañero ideal en tu velador, la luz acogedora que te da la bienvenida a casa, el destello que necesitaba ese rinconcito especial…
Una lámpara flexo… ¡En cualquier parte!
No pueden quedar sin nombrar las polifacéticas lámparas flexo. Parece mentira que una lamparita tan sencilla se haya conseguido hacer un espacio tan definitorio en el mundo de la decoración. Pero lo cierto es ¡que sirven para todo! Ya sea ancladas en el muro a modo de luz de velador, sobre un arrimo en el living o, cumpliendo su función principal, en un escritorio de trabajo, los flexos siempre quedan perfectos.
Seguro que las tienes todas en casa, pero ¿ya has decidido cuál es tu favorita?