El estilo boho chic se popularizó gracias al mundo de la moda, específicamente en el año 2004, cuando modelos como Kate Moss y Sienna Miller aparecieron en el festival de música Glastonbury usando ropa de onda sesentera, medio hippie, medio campestre, pero con toques sofisticados que lograban dar una sensación de elegancia.
En decoración los lineamientos son los mismos que en moda, pero se inclina un poco más hacia lo oriental. Es un estilo relajado que, con buen gusto, incorpora detalles bohemios, hippies, campestres y étnicos. Su nombre lo dice, es boho –que viene de bohemio– y chic a la vez.
No hay una fórmula exacta que diga cuánto de cada uno hay que incluir para conseguir un ambiente así, solo la intuición será tu guía. Nuestra recomendación es que, antes de poner manos a la obra, mires distintos ejemplos como los que aquí compartimos para que veas cómo usarlo. Luego consigue los básicos y anda de a poco sumando elementos. Seguro te encantará el proceso.
Más color
Si queremos lograr ambientes boho chic lo primero es que tenemos que hacer es atrevernos a incluir siempre toques de color, ¡muchos toques de color! En la tendencia predomina el naranja, el fucsia y el rojo porque son cálidos y encienden nuestros espacios, pero también se usa mucho la gama de azules –turquesa sobre todo– y morados.
Normalmente la base de la habitación es de un tono neutro, como blanco, café claro o gris, y los colores más fuertes están en los muebles y los complementos.
Bienvenido lo viejo
De espíritu vintage, este estilo admite el uso de muebles, lámparas, espejos y adornos antiguos. Así que si tienes alguna reliquia guardada por ahí, esta es una buena oportunidad para recuperarla.
Si es un mueble de madera, mejor si está desgastado, en su historia está su valor. Ahora, si quieres puedes darle un nuevo acabado –incluso con color– y combinarlo con muebles contemporáneos de líneas simples que no resalten mucho. Así lograrás un ambiente equilibrado.
Muchos textiles
Son protagonistas del boho chic, sobre todo en los dormitorios y el estar. La clave está en mezclar distintas texturas, estampados y colores que nos ayuden a crear espacios relajados, alegres y muy acogedores. Por ejemplo, en la cama puedes usar sábanas lisas y combinarlas con un cubre o quilt estampado, una piecera y varios cojines llamativos. También puedes usar tapices y pañuelos para decorar los muros, ya sea como un cuadro o como respaldo de cama.
De la misma manera, acompaña tu sofá con alfombras, una manta y muchos cojines bordados, con flecos, de colores, con pompones, peludos, etc. Dicen que en la variedad está el gusto.
Refleja tu personalidad
Los seguidores del boho chic somos espíritus libres, osados y onderos. Por eso es importante que los complementos que elijas cuenten parte de tu historia o sean muestra de tus gustos. Perfecto incluir una composición de espejos o de cuadros y fotografías enmarcadas, recuerdos de viajes, objetos de origen étnico y adornos glamorosos que sumen a lo chic, por ejemplo.
Lo natural también debe estar presente. Incluye muebles de madera o fibras; varias plantas colgadas del cielo o sobre alguna mesa; ramitas o flores.
No hay duda, estamos fascinados con el boho chic. Tenemos la idea que decorar la casa o el departamento así genera sensaciones de libertad y comodidad. Es muy divertido además, no creen?
Cuatro tips para complementar tu look:
1. Ten en cuenta que los ambientes boho chic son más despejados que los de estilo bohemio o hippie duro.
2. Opta por iluminación cálida y de baja intensidad.
3. Crea un rincón de relajo con una silla colgante o una hamaca.
4. Un muro puede verse muy chic con un papel mural estilo vintage o baldosas arabescas.