Nuestras abuelas cocinaban con cucharas de palo y ollas de aluminio, y eran capaces de pasarse todo el día adentro de la cocina. Nosotras, en cambio, tenemos una infinidad de posibilidades en lo que a equipamiento se refiere y aún así nos cuesta hacernos el tiempo para cocinar.
Todo es cosa de gustos. Algunos prefieren las cocinas muy pulcras, donde ojalá predomine el blanco o el gris para que se vea más amplia y se mantenga siempre limpia y tranquila. Otros dan forma a espacios vibrantes donde el color es el protagonista indiscutido.
Si seguimos las tendencias, éstas nos hablan de atreverse con los colores fuertes, sin embargo, puede que nos parezca un poco osado y vamos a preferir algo más tradicional. En fin, la idea es que, nos atrevamos o no, demos con el color que nos agrade para lograr un resultado equilibrado y entretenido.
Si eres más tradicional, nuestra recomendación es que no elijas más de dos colores, es decir, que combines un tono encendido con uno neutro, para que el resultado no sea cansador.
Toques de color
Lo clásico en una cocina estándar es que predomine el blanco o el beige. Para los fanáticos del color puede parecer aburrido, pero nosotros lo vemos como un lienzo en blanco en el cual dar acentos de color, una fabulosa oportunidad para lograr un ambiente que a la vez se sienta descansado, alegre y original.
La clave es dar toques de color que cautiven la mirada. Si tu cocina cuenta con estos gabinetes sin puertas ¡entonces estás de suerte! En ellos podrás poner tu vajilla y demás utensilios de cocina combinando los colores de tu gusto. Por el contrario, si tus muebles de cocina son los con puertas, los puntos de color los puedes lograr con lámparas entretenidas, electrodomésticos, accesorios, una alfombra y pequeñas plantas, por ejemplo.
Y si tu cocina es más grande, el comedor de diario puede ser a todo color. Elige manteles estampados y sillas de colores alegres. ¡Perfecto!
Por otra parte, para nosotros cocinar en ambientes despejados y cómodos puede ser muy relajante. Es importante que tengas en cuenta que no se trata de rellenar el espacio con elementos coloridos al azar; la funcionalidad y el orden son primordiales.
Color en gran formato
Con solo un muro de color la habitación cambiará radicalmente. Bien logrado levantará el ambiente y probablemente será el foco de atención. Una solución fácil es usar fotomurales o stickers decorativos en los tonos de tu agrado.
Los colores cálidos como el rojo, el naranjo y el amarillo son energizantes y generan entusiasmo y creatividad. En la gama de los azules, para la cocina se recomienda usar tonos encendidos como turquesa o azul rey, pero evitar los más oscuros porque pueden entristecer o enfriar el ambiente.
Con las manos en la masa
Hemos descubierto que, en general, nos es más motivante cocinar con utensilios bonitos, prácticos y de diseño novedoso. Y es que resulta entretenido probar, por ejemplo, el nuevo bowl que compramos en nuestra última visita a Homy, la tabla de verduras o el set de medidores que nos cautivó.
Nos dan más ganas de preparar cosas ricas en familia cuando la cocina se siente como un espacio lúdico y lleno de magia. Elegir utensilios y accesorios de colores ayuda a pasar un buen momento con los niños, por ejemplo.