Un muro en blanco es un desafío. Decidir cómo vestirlo no es un tema menor y muchas veces nos surgen dudas ¿pongo un cuadro grande o varios pequeños? ¿foto o arte? ¿tal vez vinilos? ¿qué tal una artesanía? La respuesta a todas estas preguntas va a depender en gran medida del tamaño del muro y del tipo de decoración que tengas en mente para ese espacio. Aquí tienes 8 consejos para que tu muro quede perfecto:
1.- Elige bien la temática
Por ejemplo, si vas a hacer un muro de viajes elige elementos que estén relacionados, como mapas, fotos tuyas en lugares reseñables, o algún souvenir. Entonces evita colocar en ese muro la foto de tu perro o de tu última fiesta de cumpleaños. Si tu temática es urbana elige elementos como fotos de ciudad en marcos metálicos, señales de tráficos, carteles con nombres de calles, pero evita un paisaje de campo o una lámina tropical. Y así sucesivamente. Aquí algunas pistas: las pinturas de paisajes y los retratos son ideales para el living; las fotos familiares quedan perfectas en pasillos, escaleras o dormitorios. Para una cocina elige temas relacionados con la gastronomía, como alimentos, utensilios o libros de recetas.
Si vas a decorar con fotos elígelas con sentido común. Asegúrate de que la impresión esté nítida, que no se vea borrosa o pixelada. A la hora de hacer la selección piensa en quién las va a ver. Probablemente si están en el hall de entrada las vean más personas que si están en tu dormitorio.
2.- Se consistente
Es importante que la composición que hagas en el muro tenga una lógica, un hilo conductor que haga que todo el conjunto tenga sentido. Eso no significa que todos los elementos sean iguales o del mismo tamaño. Por ejemplo, puedes elegir marcos distintos pero que todos sean del mismo color, o al revés, marcos que sean iguales pero de distintos colores.
3.- Ten en cuenta los tamaños
El tamaño de la composición (y por lo tanto de los cuadros y elementos) tiene que ser proporcional al de la pared. Si tienes una pared muy pequeña y pones un cuadro enorme podrías crear una sensación de agobio. Si colocas un cuadro o marco pequeño en una pared grande parecerá el muro de un museo o una exposición más que el de una casa.
Si tu composición estará encima de un mueble (sofá, cabecero, arrimo…) intenta dejar un espacio de entre 15 y 25 cm entre el final del mueble y el inicio de la composición. Intenta centrarlo para crear una sensación más armónica, cuida que no quede demasiado pegado al cielo.
4.- Agrupa
Para transmitir orden y armonía elige una distribución vertical u horizontal en una o varias filas.
La agrupación en forma de nube es más libre y creativa. Con ella le darás un toque más moderno al espacio. Pero cuidado, es un poco más difícil de componer. Aquí un truco: empieza colocando el elemento del centro y a partir de ahí distribuye los demás como más te guste.
5.- Proyecta
A veces tenemos todos los elementos listos pero nos resulta difícil visualizar la composición final en el muro. Por eso es buena idea proyectar antes de empezar la tarea con el taladro o el martillo. Aquí un truco: utiliza una cartulina o papel para dibujar el contorno de cada uno de los elementos de tu composición y recórtalos. Después, con un poco de scotch empieza a hacer composiciones en el muro para ver cuál te convence. Otro truco: intenta que la separación entre todos los elementos sea la misma. Creará una sensación de orden y armonía. Para no tener que estar midiendo puedes usar el lomo de un libro grueso como guía.
Ayúdate con la regla de los dos tercios. Te la explico con un ejemplo: si tienes un sofá de 3 metros, la composición o cuadro que coloques encima debería tener, por lo menos 2 metros.
6.- Respeta los espacios
Uno de los efectos tendencia es conseguir que una habitación transmita sensación de espacio, por eso es importante que la pared tenga respiro, es decir, que no se vea abarrotada (a no ser que sea ése el efecto que buscas).
Sin embargo cuida también que no haya áreas enormes vacías. Provocan una sensación poco acogedora, fría y de poca preocupación. La palabra aquí es ¡equilibrio!
7.- Orienta bien la atención
Decide qué es lo que quieres que llame más la atención en tu composición ¿será el cuadro más grande? ¿el adorno que más significado tiene para ti? O ¿la foto más llamativa y divertida? Ése elemento será tu punto de partida. Cuélgalo a la altura de los ojos o un poco más arriba.
Si tienes varios elementos grandes puedes ponerlos juntos en el centro y distribuir los pequeños a su alrededor. También puedes colocar uno en una esquina y el otro en la opuesta para conseguir balance y equilibrar la atención.
8.- Innova
Hay mil formas de hacer composiciones en muros y no existen normas fijas, lo importante es que dejes volar tu imaginación y te atrevas a innovar. Por ejemplo, si no quieres hacer agujeros en los muros puedes unirte a la tendencia de colocar los marcos directamente sobre un mueble o ¡incluso en el suelo!
Y piensa que en tus composiciones no tiene por qué haber sólo cuadros ¡puedes incorporar lo que quieras!