Ya empezó el frío y el invierno está aquí. Con el cambio de clima a muchos nos apetece quedarnos en casa y por qué no, aprovechar para renovarla. Ya les he contado en alguna ocasión que suelo cambiar algunos elementos decorativos cada estación. Me ayuda a que la casa tenga vida y que vaya evolucionando conmigo.
Ahora en invierno lo que más me gusta son las alfombras y las mantas. Esta temporada he tenido mucha suerte, porque se vienen con todo los tejidos peludos, que me encantan. ¡Sólo con verlos me apetece acurrucarme y tomar té!
Éstos son mis favoritos Homy:
Si los tejidos peludos te asustan un poco porque te parecen muy atrevidos, te recomiendo que empieces por elementos sencillos y pequeños que puedas cambiar con facilidad. ¡Estos cojines son el mejor aliado! Puedes combinar los rectangulares con los cuadrados y hacer una composición con cojines de otros tejidos también.
Completa el look de tu cama con esta piecera, de pelos mucho más cortos. Es súper acogedora y útil
Una alfombra de pelo largo es lo máximo en calidez y sofisticación. Si tienes una chimenea puedes colocarla delante y aprovechar ese rinconcito para tumbarte en el suelo a leer o conversar. Te recomiendo que la pongas en un lugar de poco paso porque los pelos se aplastan y pierde su encanto. Queda perfecta por ejemplo en un dormitorio, a los pies de la cama. También en una sala de estar, para que tus hijos se sienten a ver la tele. ¡Puedes elegirla en negro! ¿Te atreves?
Un pouf peludo es el toque definitivo para una decoración estilo nórdico o forest. Me encanta este piso de patitas sencillas y tejido peludo para un rincón de lectura.