Al momento de decorar, somos muchos los amantes de los estilos nórdico e industrial. Tanto así que hemos querido hacer un paralelo que te ayude a elegir cuál es el que más te gusta para ambientar un espacio para crear.
La base
El estilo nórdico suele construirse en torno a un elemento de madera de líneas muy simples y en tonos claros. Un mesón o un escritorio recto será perfecto para comenzar a dar forma a tu escritorio.
Sobre la mesa solo necesitas tener el computador, una lámpara de sobremesa y algún adorno o un par de utensilios que uses en forma recurrente. Recuerda que es una tendencia que promueve los ambientes despejados.
En el estilo industrial la madera también se usa mucho, pero aquí el elemento insignia es el metal. Repisas, mesas, sillas, taburetes y lámparas de fierro visten los espacios dando una sensación que rememora a las fábricas y depósitos de décadas pasadas. Lo interesante es que no importa si todo es de fierro mientras se vea armónico. ¿Por qué no intentarlo?
Las sillas
Un escritorio o taller no estaría completo sin algo donde sentarse cómodamente. La tendencia escandinava se caracteriza por sus sillas de diseño contemporáneo, con cuerpo de polipropileno o tela y patas de madera o de metal, por ejemplo, pero de corte muy moderno y liviano. Ellas suelen tener más protagonismo que las mesas, siempre neutras.
Por su parte, en los ambientes industriales predominan las sillas de metal. En tonos oscuros o en colores fuertes; solo de metal o combinadas con cuero; pero siempre con una estructura más pesada a la vista que en la onda nórdica.
Los complementos
Al crear un rincón nórdico no pueden faltar los pequeños cuadros y grabados, los percheros de diseño minimalista y los cojines u otros textiles con estampados geométricos. Para ubicar estos elementos puedes instalar un modular o repisa liviana (y de color blanco idealmente) y canastos con un entramado abierto de metal o fibra.
Una suculenta o una pequeña planta de hojas verdes es un buen toque final.
Por otra parte, en un espacio de estilo industrial puedes ambientar con cualquier elemento que te recuerde a una fábrica de antaño y al mundo automotriz antiguo. En cuanto a iluminación, las lámparas de fierro y las ampolletas vintage son perfectas para este estilo.
Libros viejos y fotografías en blanco y negro serán siempre un aporte a la decoración industrial. Ahora, si logras tener tuberías a la vista, no necesitas nada más.
Los colores
Nórdico es sinónimo de blanco. Es su color por excelencia y es importante que esté presente porque lo nórdico promueve mucho el uso de luz natural. De hecho, puedes armar habitaciones completamente blancas, con solo pequeños toques de color.
Para los menos puristas, los tonos pasteles son buenas alternativas. Además de ser más fáciles de mantener, aportan una sensación de calidez y ternura.
El estilo industrial es bastante más oscuro en general que el nórdico. Los tonos negros, grises y café son predominantes, sobre todo por el intenso uso de elementos de metal.
Si quieres “aclarar” el escritorio, puedes elegir muebles de madera que no sea tan oscura; integrar piezas de bronce y cobre como adorno o en la iluminación, por ejemplo; y aprovechar todo lo posible la luz natural.
Un mix
¿No logras decidir cuál de los dos estilos te gusta más? ¡No te preocupes! Mira estos ambientes donde se han combinado las dos tendencias para crear ambientes encantadores