En decoración, tal como en las tendencias de turismo, moda y estilos de vida, se ha empezado a ver un mayor interés por el rescate de lo natural. Si en algún momento todo era vidrio, plástico y líneas rectas, ahora la sinuosidad y la imperfección que caracteriza a los elementos manufacturados, tienen cada vez más protagonismo en los espacios residenciales.
Las fibras naturales en esto juegan un papel preponderante, sobre todo, como complementos decorativos que generan sensaciones de calidez y tranquilidad en las distintas habitaciones del hogar.
Aquí compartimos tres instancias para decorar con ellas:
1. Pies descalzos
Ideales para las épocas de calor, las alfombras de fibras vegetales como yute, sizal y nocha han vuelto en gloria y majestad a los pasillos, livings y dormitorios. Sus tonos tierra y su aspecto natural nos invitan a compartir en torno a ellas. Y es que, aunque parecen sencillas en cuanto diseño, suelen ser punto de atención que otorga tranquilidad a quien la observa y experimenta.
2. Decoración y almacenaje
Podríamos apostar a que no hay una casa en Chile que no tenga un producto de fibra natural. Son tan comunes en nuestra cultura que probablemente ya no reparamos en ellos, ¡pero están en todas partes! Un canasto para la ropa sucia, un cesto para los lápices del escritorio, una fuente para la fruta, una bandeja para servir cócteles en la terraza, unos cubre maceteros para nuestras plantas, unos individuales pequeños para la mesa de la cocina, un puf grande en el estar, un servilletero, unas bolas decorativas… Donde quieras puedes incluir elementos tejidos.
Son fascinantes porque además de que siempre aportan un toque natural a tus ambientes, lo interesante es que muchos son utilitarios, es decir, perfectos para guardar y ordenar de manera bonita todos los elementos que tenemos dando vuelta en nuestra casa.
3. Ambientes lanudos y peludos
Nos encantan los lugares acogedores, los que tienen calor de hogar y uno se siente como en casa. ¿Qué marca la diferencia con un espacio que se siente más frío? Desde nuestra perspectiva los textiles tienen muchísimo que ver en esto. Puede que tengas la decoración más nórdica de la ciudad, pero si sobre el sofá hay una manta de lana y en una silla de diseño hay un peludo, de seguro se advierte como un ambiente cálido.
Nuestra propuesta entonces es que empieces a integrar complementos de telas orgánicas, lana y piel sintética. Las puedes usar en cojines sobre la cama y los sillones, colgados en la pared en vez de cuadros, de pieceras en los dormitorios, etc.
Verás cómo todos tus amigos y familiares van a querer estar en tu hogar.