Seguro que te has fijado que, en el último tiempo, los colores metalizados ¡la llevan! Son magníficos porque reflejan la luz y la potencian; tal vez eso es lo que los convierte en el toque mágico que ayuda a darle vida a cualquier ambiente.
A los clásicos oro y plata ahora se suman el cobre y el dorado rosado, que es sin duda el metal de la temporada. Lo cierto es que últimamente los colores metalizados se están incorporando a todos los estilos decorativos, porque combinan con todo ¡incluso mezclados entre sí! En general, con tonos oscuros, resultan en ambientes modernos, elegantes y un tanto masculinos. Sin embargo, si los integras en decoraciones con colores claros, los espacios adquieren inmediatamente un toque sofisticado y chic, un poco más femeninos y románticos. ¿Qué opinas?
Aunque queden bien, los pongas donde los pongas, hay colores complementarios que los hacen brillar de forma especial y que ayudan a lograr unos efectos muy específicos. Hoy te comparto mis partners infalibles:
Dorado & Blanco
Elegante y chic, esta combinación es eterna y un éxito asegurado. Creo que lo que hace que sea tan atractiva es que se ve sencilla, luminosa y alegre, y por eso puede incorporarse a un baño o a la pieza de un bebé.
El dorado tiene tanta personalidad y magnetismo que no necesitas grandes dosis para hacerlo presente. Con pequeños detalles conseguirás resultados increíbles. Justo los destellos que buscas para que tu pieza tenga el brillo perfecto.
Cobre & Negro
El cobre y el negro son una pareja muy poderosa y llena de carácter. Es cierto, hay que atreverse y dar un pequeño salto de fe para hacerlos protagonistas, pero si logras el equilibrio adecuado, el resultado es sencillamente perfecto.
En dosis un poco más moderadas, y apoyados en otros colores o en tonos más rebajados, la pareja sigue manteniendo su fuerza, aunque se hace más accesible. Seguro que la has visto en looks industriales, donde son casi infaltables, juntos y por separado.
Plateado & Gris
La clave de esta unión es la homogeneidad. El plateado, al fin y al cabo, es un gris brillante, por eso esta pareja se siente natural, fácil y neutra.
Precisamente por eso, también es importante prestar atención al equilibrio. Aunque quieras que el gris y el plata sean los protagonistas, incluye otros colores para que tu espacio no se vea aburrido o plano. Puedes jugar también con distintas tonalidades y, por qué no, atreverte a meter un color ácido o un poco de madera para romper la monotonía.
Y tú, ¿cómo combinas tus colores metalizados? Cuéntanos en las redes sociales de Homy.