Y no me refiero a los que se comen, si no a los colores.
De un tiempo a esta parte los tonos pasteles se han tomado los libros y sitios de decoración convirtiéndose en una alternativa muy vigente.
Cuando hablamos de colores pasteles nos referimos a aquellos más suaves, frescos y pálidos. Su base sutil permite que puedan ser combinados fácilmente.
Si lo complementas con blanco obtendrás un espacio muy luminoso, y si lo que buscas es una atmósfera con más vitalidad puedes mezclarlo con colores más fuertes.
Para que no se torne anticuado, te recomiendo que utilices muebles con personalidad y de diferentes materialidades. La madera, mimbre, cobre e incluso plástico se complementarán muy bien, y serán tus aliados perfectos si buscas un ambiente relajado e incluso romántico.
Si aún no te convences, te dejo algunas imágenes donde los tonos pasteles son protagonistas. Puedes incorporarlo en los muros, muebles, textiles y decoración.