Si estás en tu escritorio mira a tu alrededor… ¿tienes una silla parecida a esta?;
¿O a ésta?
¿Un mueble modular con un aire parecido a este?
¿O una lámpara halógena? Si en alguna has respondido que sí te presento a Richard Sapper, el hombre a cuyo ingenio debemos estos y otros diseños que hoy ya son clásicos.
Richard Sapper era alemán, aunque desarrolló la mayor parte de su carrera en Italia. Esos dos países marcaron en gran medida sus diseños, que combinaban la racionalidad e ingeniería alemanas con la elegancia y el estilo italianos.
La carrera de Sapper abarcó seis décadas y fue muy prolífera. Su influencia en el diseño del Siglo XX ha sido tan relevante que el MOMA de Nueva York conserva en su exposición permanente 15 diseños suyos. Y es que Sapper se atrevió con todo tipo de objetos, desde radios, televisores y relojes, hasta cuchillos, cafeteras y automóviles.
Durante casi veinte años compartió firma y estudio con el diseñador italiano Marco Zanuso, una dupla que resultó muy fructífera y a la que debemos, por ejemplo, el Grillo, que fue el primer teléfono con bisagras que se plegaba sobre sí mismo. Un modelo de 1965 que inspiró celulares décadas más tarde.
Sin embargo hay un objeto que destaca por encima de todos los demás y que lleva el sello más personal de su autor: la lámpara Tizio para Artemide. Lo que tiene de especial esta lámpara es… bueno, la verdad, todo.
Sapper la diseñó para él, porque decía que no encontraba en el mercado una lámpara que se ajustara a lo que quería y necesitaba: un lámpara de cabezal pequeño y brazos largos que pudieran moverse fácilmente para alcanzar distintas alturas y orientar mejor la luz según el tipo de trabajo para el que se estuviera utilizando. Así que diseñó dos brazos articulados equilibrados con dos contrapesos y eliminó los cables. Además le incorporó una ampolleta halógena, que hasta entonces sólo se había utilizado en el rubro automotriz, tal vez inspirado por su paso por Mercedes Benz.
La Tizio fue premiada en 1979 con el premio de diseño industrial «Compasso d’Oro» y hasta el día de hoy es una de las lámparas más vendidas en el mundo. Un verdadero símbolo de los años 70 que ha servido de atrezzo en películas y spots publicitarios por su aire sofisticado y moderno que recuerda al estilo metropolitano pero que a la vez combina con distintos estilos decorativos.
La visión de innovación tecnológica de Richard Sapper le llevó hasta IBM en los años ’80, para quienes diseñó los ThinkPad, en 1992, aquellos computadores portátiles que tenían una pequeña bolita roja incorporada en el teclado que servía como mouse, ¿te acuerdas? Hoy nos parecen casi tan antiguos como las máquinas de escribir, pero aquellos computadores fueron los primeros computadores portátiles negros. Pequeñas y simples cajas negras que sustituyeron para siempre a las pesadas máquinas grises.
Sapper decía: «Lo más importante para mí es dar a todo lo que hago una forma que exprese algo, que tenga un punto de vista y una personalidad. Nada neutral». Toda una declaración de intenciones y carácter que nos sirve, y mucho, a la hora de inspirarnos para decorar nuevos espacios. Si te gustan sus diseños prácticos y de líneas sencillas en Homy tenemos algunas inspiraciones para ti: