Cuando hay niños en la casa es casi imposible que el lugar no se convierta en una explosión de juguetes, puzles, libros de todos los colores y tamaños, peluches y cuanta cosa exista, todos dando vueltas por ahí. Por eso, una buena idea es destinar un estante en su pieza, o en la salita, para guardar todas las cosas y organizar los espacios. ¿El objetivo? Que además de ser un mueble de almacenamiento funcional (que siempre se agradece), también se vea bien. ¿Cómo lograrlo? Descúbrelo con estos sencillos consejos.
1- Elige un estante con puertas y repisas
Un estante para la pieza de los ni˜que combine las dos cosas es la mejor opción, porque en las puertas se puede esconder todo lo que es útil, pero no muy lindo, y las repisas sirven como vitrina. Si pones solamente puertas, todo queda muy pesado visualmente, además de poco interesante; y si pones solo repisas, es MUY difícil mantener el orden.
2- Esconde lo que no quieres ver en canastos
Sobre todo si tu estante tiene pocos cajones, los canastos serán tus grandes aliados. Son el lugar perfecto para esconder todos esos mini juguetes que a los niños les encantan, pero que no siempre queremos tener a la vista.
3- Libros a la vista
Además de ser grandes compañeros de aventuras, los libros sirven para decorar. Elige los más lindos y ponlos bien a la vista. Puedes hacer pequeñas torres con los libros acostados, y en otra repisa, poner algunos de pie. Si juegas con las alturas, todo se ve más armonioso e interesante.
4- Elige los juguetes más lindos para decorar
Es un hecho: hay juguetes lindos, como los de madera, y otros feos, pero prácticos. Elige los que más te gusten y úsalos como un accesorio más para decorar el estante de la pieza de tus niños, así también van a estar a mano.
5- Un poco de arte
Finalmente, una buena idea es enmarcar algunas de sus obras de arte y convertirlas en parte de la decoración. También las puedes alternar con algunas fotos familiares o ilustraciones de sus cuentos favoritos.