Decimos tantas veces que la cocina es el corazón de la casa. Pero a veces, parece que pensamos solo en esas cocinas de las películas y series americanas. Esas que nos da la impresión de ser más grandes que un departamento completo. Que además parecen tener más espacio de almacenamiento que nuestros clóset y solo están completas si tienen esas islas centrales en las que hasta da pena cascar un huevo para no ensuciar.
Sabemos que esa realidad no es la de la mayoría de nosotros. Nuestras cocinas son tipo túnel, con encimeras en uno o ambos lados, y que en algunos casos están integradas en el living. Tal vez cabe una mesa con unas sillas, o tal vez no. Y ¡tampoco es le fin del mundo! Esa cocina, tú cocina, también es el corazón de tu casa.
Lo primero es saber aterrizar nuestras expectativas, siendo realistas con los metros que tenemos. Y con eso, empezar a organizar la cocina de nuestros sueños, aprovechando cada metro y cada espacio vacío. Por ejemplo, si te ilusiona la idea de tener una de esas islas, ¿qué tal empezar con una cómo ésta?
Si tienes pensado hacer una reforma considera la opción de las puertas correderas. Esos metros que se pierden con el ángulo de apertura de la puerta corriente te pueden ser muy útiles. Apuesta por muebles de cocina ligeros, de puertas lisas (sin molduras). Incluye alguna puerta de cristal, tipo vitrina, y prefiérelas con tiradores sutiles o, incluso mejor, sin ellos.
Ahora bien, si no tienes ganas, tiempo o plata para meterte en obras, aquí tienes algunas claves para exprimir al máximo cada metro:
Mantén el orden
El orden es indispensable en cocinas pequeñas, y es que el caos ocupa mucho espacio visual.
Intenta mantener los mesones despejados y aprovecha los muros para almacenar. Uno de mis tips infalibles para mantener todo en orden en la cocina es sacar los alimentos de sus paquetes y meterlos en frascos que puedes apilar y organizar por alturas. Harina, azúcar, arroz, legumbres, pastas, especias, pan rallado… Si los dejas en sus envases acaban amontonados y arrugados en un armario. Tómate el tiempo de organizar frascos de cristal, que son más fáciles de agrupar y conservan el contenido en perfectas condiciones.
Estanterías del piso al cielo
Los armarios con puertas tienen dos ventajas para mi: la primera es que protegen los alimentos y utensilios de la grasa y la suciedad; la segunda es que ayudan a esconder pequeños caos. Sin embargo, ocupan mucho más espacio que las estanterías o muebles abiertos.
Si tienes una cocina pequeña te recomiendo que combines los dos de forma estratégica. Si tienes muebles ya instalados, cámbiale la puerta a alguno por una tipo vitrina o directamente quítasela para dejar algunas baldas al descubierto.
Aprovecha los bajos de los muebles o los puntos muertos del muro para instalar estanterías. Tener muchas cosas a la vista te ayudará a reducirte a lo indispensable y, sobre todo, a mantener el orden.
Rieles, rejillas y barras
Para los utensilios y sartenes o cazuelas pequeñas, los rieles y barras son una idea estupenda.
Lo tendrás todo a la mano y además tu cocina se verá de Master Chef. Si prefieres utilizar rejillas, también puedes incluir alguna maceta pequeñita, con hierbas aromáticas, para conseguir el toque de olor y color.
Apuesta por el blanco
La mayor virtud del blanco es su capacidad para ampliar los espacios y rebotar la luz. Esa sensación te ayudará mucho si lo que buscas es que tu cocina se sienta menos apretada y congestionada.
No renuncies al color. Puedes aplicar toques en los taburetes, los utensilios o los individuales. Mi combinación favorita para el blanco en cocinas pequeñas son los detalles en madera y otros materiales naturales, como el mimbre o la arpillera.
Cuida la iluminación
Seguramente la cocina es el punto de la casa en el que menos nos preocupamos por la iluminación: la del techo, la de la campana extractora y ya está. Pero las cocinas bien iluminadas ganan mucho, especialmente si son pequeñas.
Hay opciones muy lindas para conseguir ambientes mágicos en tu cocina, desde guirnaldas de luz en las estanterías, hasta tiras de led debajo de los armarios que están sobre el mostrador. En particular, me gusta mucho la opción de poner una lamparita de sobre mesa en algún punto de la cocina. Es como sacarla de su contexto habitual y colocarla en un spot en el que gana un protagonismo inesperado.
Si tienes una cocina pequeña no te desanimes, ¡ya ves que hay muchas opciones para sacarle partido!