Cada casa es un mundo y su decoración dice mucho de quién vive en ella: su estilo, sus gustos, su rutina… Nunca se me ha ocurrido preguntarle a nadie qué transmite la mía, aunque sí muchas veces quienes me visitan me hacen comentarios y preguntas sobre rinconcitos o adornos que les llaman la atención.
La verdad, mi casa es una mezcla muy personal de todo lo que me gusta, y lo que me trae bonitos recuerdos de viajes o familia pero, sobre todo, me he esforzado en que fuera muy práctica en el día a día.
Como escribía en un post el otro día, he hecho varias mudanzas a lo largo de mi vida y me he esforzado siempre porque cada una de mis casas tuviera esa esencia. Pero hay cosas que siempre, siempre están ahí, que nunca han faltado, ni faltarán:
Plantas ¡muchas plantas!
Tengo una cierta fijación por poner plantas en todas partes. Realmente marcan la diferencia y levantan un espacio, llenándolo de vida y de color.
Personalmente prefiero las plantas verdes, sin flor, para interiores, aunque suelo tener un par de orquídeas repartidas por la casa también.
Hace unos años me regalaron unos maceteros para colgar en los muros y crear pequeños jardines verticales. ¡Se ven increíbles! Y son, sin duda, uno de los detalles por los que casi siempre me preguntan.
Un maxi espejo
Los espejos son clave en decoración. Amplifican los espacios y potencian la luz, eso ya lo sabemos, pero también cumplen una función estética. Son decoración en sí mismos.
A mí me gustan los espejos de todos los tamaños y, así como con las plantas, tengo bastantes en casa. Pero mi debilidad son los gigantes. Claramente no puedes llenar tu casa de ellos, así que el que elijas tiene que ser especial.
Yo tengo dos: uno en el recibidor, que rebota la decoración de inspiración africana del muro de en frente; el otro lo tengo en el vestidor, y le tengo un cariño especial, porque es bien antiguo, biselado y enmarcado en una madera bien pesada. En la parte de detrás aún conserva el tirador, pues era la puerta del armario de mi abuela.
Un sofá confortable
Muchas veces he escrito que el sofá y la cama son los muebles en los que realmente merece la pena invertir. Y es que son las estrellas de tus espacios de descanso y relax.
Para mí, un sofá cómodo y mullido es fundamental, ¿qué sería de nuestras tardes de domingo si no?
Muebles antiguos
Me apasionan los muebles y objetos que tienen historia, porque siento que traspasan esa esencia y hacen que los espacios se vean mucho más ricos e inspiradores. La verdad, tengo bastantes en mi casa. La mayoría son recuerdos de familia: un mueble radio, una máquina de escribir, una poltrona orejera de pana verde, un brasero árabe, un biombo… aunque también he comprado algunos en persas o ferias.
Además me encanta mezclarlos con elementos más modernos o nuevos. El contraste es una muestra tangible y constante de la misma vida y su evolución.
Fotografías
El estilo que elijas para decorar tu casa te da el contexto y la estructura, pero las fotografías son la forma de darle alma.
Cuando le pones cara a las personas que tienen vínculos emocionales con quienes viven allí, parte de su energía queda en el espacio. El tenerlos presentes recarga, ayuda a recordar ¿quién no ha sonreído al mirar la fotografía de un ser querido?
Éstos son mis infaltables ¿cuáles son los tuyos? ¡tal vez compartimos más de alguno!