El concepto de las vitrinas es bastante antiguo, pero como varias cosas, está de vuelta. Y con todo.
Personalmente creo que son una muy buena alternativa, porque no sólo en un mobiliario con mucha presencia, sino que además sirve para almacenar y exponer.
Sin embargo, escoger qué cosas irán en la vitrina no es asunto fácil, porque estarán a la vista y debemos ser cuidadosos con su orden.
A continuación les quiero mostrar seis ideas de cómo usar una vitrina, ya sea la que tienen hace tiempo, o esa que vieron en Homy y hace rato quieren en su casa.
Una primera opción, y quizás la más recurrente, es para guardar la vajilla. Quizás no la que usamos a diario, sino esos platos especiales que lucimos en reuniones con amigos o la familia. Una gran vitrina te permitirá guardar platos, vasos, copas y fuentes.
Esta alternativa más pequeña puede ir perfectamente en el living. Al ser un espacio multiuso podemos guardar de todo: copas, revistas, artículos tecnológicos, etc. Además, puedes aprovechar la parte superior como superficie de apoyo o para tus adornos.
Ideal para un escritorio u oficina, la vitrina es una excelente opción para guardar libros o revistas.
¿Y si la pintas de un color bien fuerte y la pones en la pieza de tus hijos? Puede ser una alternativa para guardar sus juguetes o ropa.
Esta me encantó. Ideal si tienes un taller y necesitas tener tus materiales ordenados y a la vista.
Por último, y si el espacio lo permite, puedes poner tu vitrina dentro del baño. Tus toallas, jabones y cremas se verán increíbles.
¿Con qué opción te quedas?