Despejar la mente, cambiar de aire, hacer una pausa, divertirse en un ambiente relajado… todo eso es lo que nos fascina de tener nuestra segunda casa fuera de la ciudad. Y es que los días se sienten tan distintos con el solo hecho de tomarnos una taza de café con una linda vista o dormir una siesta sin tiempo en ese sofá tan cómodo.
¡Vamos a la playa!
Todos soñamos con tener una casa en la playa. Tomar desayuno en una mesa bonita mientras miramos el mar, sentir el ruido de las olas y ver los atardeceres desde nuestro segundo hogar. Como es un ambiente muy relajado, funcionan perfecto los muebles de tela blanca, así como los de mimbre o madera en tonos blanco o natural.
Si quieres sumar más color, una buena opción es elegir tonos pasteles, ya que no solo son una de las tendencias para 2016, sino que también aportan mucha calma y frescura a los espacios. Tal como en la imagen a continuación, puedes elegir el gris de base para un sofá o el juego de living y adornar con elementos en rosa pálido y blanco. ¡No olvides las conchitas y los corales!
Por supuesto también la está la opción clásica de azul con blanco... Ideal para un dormitorio vestido con textiles neutros y elegantes.
Desconexión en la montaña
Ya sea que vayamos en verano o en invierno, estos refugios nos hablan de calidez y descanso extremo. Sobre todo si te gustan las actividades al aire libre, seguro disfrutarás el momento de llegar a tu pequeña cabaña, donde el tamaño no ha sido impedimento para lograr un espacio muy acogedor, estiloso y sin distracciones externas.
En ese contexto, para ambientar no hay material más idóneo que la madera. Ojalá esté presente desde el piso hasta la decoración, pasando por la mesa del comedor, las repisas y los muebles auxiliares o arrimos que elijas.
¿Con qué combinar la madera en una casa de montaña? Simple. Con alfombras muy peludas o de estilo kilim en tonos claros; sillas y detalles en fierro; y algunos toques de verde pino. También las figuras y cuadros de animales salvajes se seguirán usando este 2016.
Raíces de campo
En Chile muchos tenemos una conexión especial con el campo. Nos recuerda nuestras tradiciones –incluso las vacaciones de nuestra infancia–, por lo que una segunda casa entre parras y caballos suele estar colmada de emoción e historias.
Como siempre los detalles aquí son muy importantes, ya que nos permitirán darle a nuestra casa una impronta natural y campestre. Nuestra recomendación es que optes por ambientar con alfombras de sizal, pisos de madera y mimbre, plantas autóctonas y textiles de diseños floreados y en tonos tierra.
En la cocina atrévete a decorar un rincón con utensilios de madera. Se verá tan acogedora que aunque estés de vacaciones te darán ganas de cocinar.